Suena
una alarma, son las 2 de la mañana. Cuando suena la segunda alarma sé
que pasan 10 segundos de las 2. Una tercera alarma me indica que ya son
20 los segundos. Me levanto, cojo una tira y la pongo en el medidor
mientras Miriam con la lanceta le pincha el dedo corazón a Brais:
96mg/dl. Está dentro del margen correcto (de 80 a 180), sin embargo
Miriam y yo nos miramos y sin mediar palabra tenemos el mismo
pensamiento: va a ser una noche larga... ¡ojalá nos equivoquemos!