Esto ya lo he incluido en un post de hace un año, pero me viene ni que pintado para esta serie de posts que estoy escribiendo.
Hace unos días me dirigía hacia la farmacia con mi típico trote cochinero para adquirir las drogas legales que calmasen el dolor de mi dedo, mientras que en el sentido contrario caminaba con paso decidido una señora de mediana edad. A pesar de su agilidad, mis largos pasos me permitieron llegar antes a la entrada de la botica. Gracias a la educación inculcada por mis progenitores, al advertir que la citada mujer ya alcanzaba la farmacia, como un caballero que soy (¿era?), abrí la puerta y le permití pasar ("después de usted")...
Uno se pregunta, ¿por qué se supone que nosotros debemos ser caballeros y ellas no tienen porqué comportarse como damas? Quizá sea una interpretación errónea mía y realmente sí se comporten como tal, mas ya es mala suerte que fui a dar con alguien que no ha recibido una eduación correcta (con lo cual me hago una idea de cómo debe ser el comportamiento de sus hijos).
¿Se imaginan lo que paso, no? Efectivamente, la ciudadana ni corta ni perezosa se acercó al mostrador y pidió sus artículos a la única dependienta que se hallaba en ese momento atendiendo a la clientela. No se crean que la cosa fue rápida: 15 minutos (reloj en mano) estuvo pidiendo cosas (cuando parecía que ya había acabado, recordaba algo más... "ahh una caja de Aspirinas... Casi mejor me das también un AfterBite porque nos vamos a Madrid a pasar unos días y al peque le pican muchísimo... Dame también un... y un... y un...").
Con lo bien que hubiera quedado la señora devolviéndome la cortesía, cediéndome el turno, que además lo mío fue una cosa rápida, de menos de 2 minutos, sin contar que yo estaba aguantando los pinchazos que me daba el dedo (bueno, eso es algo que la señora no podía saber, aunque podría adivinarlo por los aspavientos que hacía). Yo aguanté como un solo hombre, sin decir ni mú, tan sólo le lancé a la señora una mirada de esas que si matasen, la sociedad me premiaría por librarnos de las de su condición.
Uno se pregunta, ¿por qué se supone que nosotros debemos ser caballeros y ellas no tienen porqué comportarse como damas? Quizá sea una interpretación errónea mía y realmente sí se comporten como tal, mas ya es mala suerte que fui a dar con alguien que no ha recibido una eduación correcta (con lo cual me hago una idea de cómo debe ser el comportamiento de sus hijos).
¿Se imaginan lo que paso, no? Efectivamente, la ciudadana ni corta ni perezosa se acercó al mostrador y pidió sus artículos a la única dependienta que se hallaba en ese momento atendiendo a la clientela. No se crean que la cosa fue rápida: 15 minutos (reloj en mano) estuvo pidiendo cosas (cuando parecía que ya había acabado, recordaba algo más... "ahh una caja de Aspirinas... Casi mejor me das también un AfterBite porque nos vamos a Madrid a pasar unos días y al peque le pican muchísimo... Dame también un... y un... y un...").
Con lo bien que hubiera quedado la señora devolviéndome la cortesía, cediéndome el turno, que además lo mío fue una cosa rápida, de menos de 2 minutos, sin contar que yo estaba aguantando los pinchazos que me daba el dedo (bueno, eso es algo que la señora no podía saber, aunque podría adivinarlo por los aspavientos que hacía). Yo aguanté como un solo hombre, sin decir ni mú, tan sólo le lancé a la señora una mirada de esas que si matasen, la sociedad me premiaría por librarnos de las de su condición.
2 comentarios:
Holaaaaaaa Edu y demas!
Ya estoy de vuelta despues de un largo periodo. Disculpad la deficiente ortogrfia, pero mi marido acaba de comprar un iMac, desde el cual escribo, y el teclado es un poco peculiar. No sabemos que pasa pero casi ninguna de las teclas de simbolos es lo que corresponde. Agradeceria ayuda, si es posible.
Respecto a tu post, Edu, decirte que para mi no solo falta educacion, si no una buena dosis de sensibilidad. En muchas ocasiones creo que es aun mas importante que lo que denominamos educacion y que no deja de ser un conjunto de normas arbitrarias. Lo que pasa es que la buena educacion se puede enseñar con relativa facilidad, mientras que la sensibilidad hacia los demas no se puede enseñar como una mera memorizacion, hay que observar y practicar para poder desarrollarla y sobre todo requiere un esfuerzo que no todo el mundo esta dispuesto a realizar.
Muitos bicos. Bagoas.
¡Reholaaaaaaaaaas Bagoas!
Ni idea sobre los iMac, no te puedo ayudar yo, pero a lo mejor sí el resto de "senadores", sobretodo dos de ellos que tienes más próximos a ti que yo mismo, supongo que sabes de quiénes hablo.
Pues sí, tienes razón al calificarlo de falta de sensibilidad. Biquiños.