Saray me regaló un nuevo cacharrito de estos que tanto me gustan...
¡¡¡UN MASAJEADOR USB!!!
La verdad es que se le ve el plumero a Saray porque este cacharrito es más bien para que otra persona te esté masajeando con él, uno mismo es más complicado. Y lo que está claro es que al final soy yo el que le doy el masaje a ella, y no al revés... Un regalo "capcioso" se podría decir.
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