"Enseñar y educar" por Adelina Planelles

Os transcribo una muy buena opinión de fecha 22 de enero de 2008 de la abogada Adelina Planelles, publicada en informacion.es , el periódico de la provincia de Alicante.

"Cuando entra en el candelero un tema que tenga que ver con la educación, me enciendo, no lo puedo evitar, quizá porque en este periodo de mi vida es algo que tengo muy candente, es mi asignatura pendiente y la más difícil de aprobar, pues es evidente que educar a los hijos no es tarea fácil.

Siempre crees que tus hijos no harán aquello, que tú lo vas a poder evitar, que estarás atento, que los educarás para ello, pero en la práctica es mucho más complejo. Los hijos, como seres independientes que son, se nos escapan antes de lo que esperábamos y ya no pertenecen sólo a una casa, sino a una sociedad.

Partiendo de ello, de lo "podrida" que la sociedad está en algunos aspectos, y de lo estéril que resulta a veces el insistente y cansino sermón paternal, -cuando lo hay, claro está, pues no olvidemos que hay niños que no lo reciben nunca y no es culpa suya- entiendo que son las instituciones las que deben invertir todos sus esfuerzos en educar y no sólo en enseñar.

Esto viene a colación de un comunicado que acabo de leer procedente del claustro de profesores del Colegio Miguel Servet de esta ciudad, en el que, como es sabido, un profesor ha sido agredido por los padres de un alumno, incidente lamentable que no debemos tolerar bajo ningún concepto por razones más que obvias, y al que personalmente presto todo mi apoyo.

Bien, el profesor que escribe dicha carta manifiesta, entre otras cuestiones en las que no le quito la razón, pues la de docente es una profesión de las más meritorias, que la educación y las normas básicas las deben traer los niños de casa, que su labor es "enseñar". Desde luego, eso sería lo ideal, pero esa labor previa educativa no está hecha. Ello podría ser así si, por fin, para todas las familias se hubiera conseguido un mínimo nivel educacional, económico y social, cosa que lamentablemente no ha ocurrido, pues hay millones de familias inmersas en problemáticas de todo tipo, con las que por mi profesión, tengo la suerte de tratar muy a menudo, y gracias a las que tomo conciencia de la realidad social actual, familias que son incapaces de asumir una tarea que, como ya he dicho, resulta una de las más difíciles de la vida.

Parece que tenemos todos un poco de cacao mental en el asunto, ya que si los profesores sólo están para enseñar, pues por la razón que sea no pueden abarcarlo todo, habrá que crear la figura del "educador", pues ¿qué preferimos, cafres con alto nivel académico, o grandes personas con el nivel académico al que en su caso, cada uno acceda, según sus aptitudes naturales?

Hemos de ser conscientes de que hay muchos niños en cuyas casas se vive un ambiente nada propicio a la educación y, por ello, no deben verse privados de ella. El Estado, en estos casos, es totalmente responsable de esas criaturas que, ni han pedido nacer, ni tienen por qué verse discriminadas por no tener una familia apta para educarles.

Si queremos formar personas para convivir en una sociedad justa, lo primero que debemos hacer es educar a nuestros niños desde las instituciones, pues de otro modo cuando ellos sean padres no podrán tampoco educar a sus hijos y así sucesivamente.
Por ello si nuestro objetivo es que traigan de casa los valores básicos, los padres habrán primero de tenerlos, con lo que se evitarían incidentes de todo tipo.

La asignatura Educación para la Ciudadanía, me parece un muy buen proyecto para dar una solución al problema, o al menos, un primer paso. Entiendo por tanto, que quienes le ponen trabas (léase Iglesia Católica -parece mentira- y algunos partidos políticos);, no tienen interés en paliar el problema que aquí se expone, frenando el camino que nos lleve a la verdadera igualdad de oportunidades y a la no discriminación por razón de raza, sexo o condición socio-económica. Espero que ese proyecto continúe y no primen los intereses políticos y económicos sobre los sociales. Reflexionemos".